Nacimos todos en este Mundo, que no es el mejor, ni el peor de entre los miles que podrían habernos tocado en suerte. Pronto aprendemos las reglas nunca escritas que lo rigen por encima de todo, hoy quiero hablar de una de las reglas más importantes hoy día: "la Tristeza es mala".
Comparada con una cruel miasma de hielo que flota cercana a las desgracias, o como un silencioso cáncer que dispone sus nevados tentáculos en aquellos que son débiles, la Tristeza se ha convertido en enemiga nuestra, en algo que hay que evitar a toda costa, en un emisario del dolor cardiaco, del sufrimiento anímico. Aborrecida, maltratada, sólo aceptada por aquellos que no tienen armas contra ella, siempre, eso sí, colocando una máscara de resignación entre la Pena y ellos mismos.
La Tristeza, entonces, sólo le queda vagar por el otoño, y saludar al invierno, mientras espera a los adolescentes, ah, los adolescentes, porque son los únicos que ya puede amar. Antes amaba hombres, mujeres, jóvenes y ancianos, todo por igual. Pero llegaron los asesinos, los llamados médicos, e inventaron los venenos para la Tristeza. Prozac, dicen algunos, nuevo monolito de cartón para los simios humanos. Y como él cientos de sustancias que purgan toda la Tristeza de las venas.
Pero hay algo que nadie antes había intentado, nadie miró la cara de la Tristeza. Me refiero de la Tristeza, no de personas tristes. Y es el rostro más bello jamás cincelado con lágrimas. Y ese talle de ninfa, y esa piel de mármol, y esos ojos de frío, y esa voz quebrada. Ah, la Tristeza, tan bella que corta la respiración. Pero nadie la mira, nadie le oye, nadie huele su aroma a Octubre ni saborea sus lágrimas saladas. Todos la sienten, pero nadie se digna a mirarla.
"Cuando usamos antidepresivos, matamos la belleza que pudiera contener la Tristeza", intento decir a mis compañeros, pero ellos no me comprenden, ellos "saben" que la Tristeza es malvada y cruel, aunque nunca le vieron el rostro, sólo notaron su caricia.
Con esto no digo que a veces ella se enamore de un mortal, y se vuelva enfermiza en su necesidad por él, aplastándole con abrazos no deseados. En esos casos, y sufriendo en mi interior un profundo remordimiento, indicaré la pastillita que permita respirar al sufrido mortal, a pesar de dañar tanto a la bella Tristeza.
Pero lo que tampoco es aceptable es la necesidad de que todo el mundo sea feliz, que todos vuelvan la espalda a su Tristeza frente al sol de la Alegría, pues a veces este sol es efímero, y más malvado y traicionero que la luna de la Pena.
Y mientras pensáis (o no) acerca de estas palabras, yo seguiré admirando a la Tristeza, cuando se digne a acariciarme, para acompañar su llanto todo el tiempo que ella quiera. Y por favor, nunca jamás me deis Prozac.
lunes, noviembre 15, 2004
Asesinos de Tristeza
Escribió estas palabras Vlad_Temper en la noche del lunes, noviembre 15, 2004
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2 comentarios:
Aqui te mando un link donde este escrito quedaria en su perfecto marco porque se trata de gente que es DARK y que alava la tristeza como tu.....solo que ultimamente tiene pocas visitas....pero hay comentarios como el tuyo muy diferentes a lo comun y muy interesantes......
http://groups.msn.com/LasTierrasSombrias/_whatsnew.msnw
no ha salido bien el link y aqui te lo vuelvo a repetir
http://groups.msn.com/LasTierrasSombrias/
el nombre del sitio es "LasTierrasSombrias" y te has de hacer socio de "groups.msn.com" ....espero que asi lo encuentres....y veas un par de mensajes mios ....entre otros buenisimos de otros Dark people
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